lunes, 29 de junio de 2015

Toda la arena del desierto del Sahara en los ojos

El lunes 22 de junio comencé con las molestias usuales del pénfigo en los párpados. Me armé de paciencia. 

Al otro día, salió anunciado en las noticias que una ola de arena del Sahara había logrado llegar hasta Guatemala. Gran sorpresa. De esas sorpresas que nos tiene destinado el cambio climático. Solicitaban tener cuidados especiales con niños y ancianos. Y con personas inmunosuprimidas, como yo, añadiría. 

Martes: hubo cita con la homeópata, pero los ojos no mejoraban, por el contrario, empeoraban. 

Miércoles: con nubes blancas apareciendo en el ojo izquierdo, fue necesario hacer cita con el oftalmólogo.  

Las buenas noticias: de lejos, veo de más; a pesar del uso prolongado de esteroides, la presión de los ojos es de "niña", según el especialista; la graduación de lentes para leer aumentó solo .25. ¡Hurra, hurra!

Gotas para los ojos y pomada tópica con esteroides en los párpados para salir de la crisis. 

Ya veo claramente y puedo decir que tuve toda la arena del Sahara en los ojos. ;)

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